Parrandón navideño para los abuelos: solidaridad y responsabilidad social individual
Producto de una emigración constante, en Venezuela tenemos abuelitos huérfanos de hijos y nietos. Estos adultos mayores viven sus días solos y reacomodan sus horarios a las latitudes que sus afectos disponen. Para ellos tuvimos este año una muestra de solidaridad y responsabilidad social individual. Te cuento cómo.
Durante la Navidad, tiempo de alegrías, de regalar, de compartir tiempo, surgió la idea de ofrecer un parrandón para los abuelos. ¡Vamos pa´que Don Fernando!
Así que, con la convicción de regalar sonrisas a la comunidad y guiados por una profesional de la música, cinco entusiastas con maracas, palos y tambor en mano (instrumentos típicos venezolanos), con más ganas de cantar que el canto mismo, le llegamos a varios abuelos puerta por puerta. Fuimos tocando y cantando Tun-tun, ¿quién es?, El burrito sabanero y Noche de paz, entre otros aguinaldos tradicionales de la época. ¿El resultado? Risas, de esas que se ven hasta con tapabocas y que disimulan nerviosas lágrimas de nostalgia.
Quedamos todos complacidos entre sombreros navideños, bufandas rojiverdes y la buena acción de visitar a estos abuelos y dejarlos contentos, todo a través de la música. Aunque a veces sin saber la letra y sustituyendo con onomatopeyas o pasitos de baile improvisados que de un templón invitan a echar un pie al abuelito, quien es el primero en darle a las palmas y menear la cadera al llegar aquí.
Aguinaldos, villancicos, gaitas tradicionales, todo un parrandón al mejor estilo de la Navidad en Venezuela, que solo mejoraría un autotune, pero que es recibida como si fuese All I Want For Christmas Is You de la mismísima Mariah Carey en su puerta.
¿Cómo manifestar la solidaridad y la responsabilidad social individual en la comunidad?
Cada quién desde su lugar, tomando en cuenta su sensibilidad y la necesidad de su entorno, puede hacer un examen de conciencia para identificar dónde volcar las intenciones. Este es el tercer año que como amigos y vecinos de una misma comunidad caraqueña nos organizamos para llevar este regalo. Se trata de una manifestación de solidaridad y responsabilidad social individual que, por lo general, todos solemos sentir, pero muchas veces no sabemos cómo canalizar. Trabajando en equipo y con voluntad todo es posible.
¿Y si en 2022 lo hacemos más grande? Avísanos y quizá hasta nos acompañes online con tu mejor verso para dejar más rostros ardientes de alegría.
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Anita Mele
Caraqueña. Mamá de dos. Licenciada en Administración. Si me callo se me saltan los subtítulos. Fotografío y escribo para guardar memorias. Instagram: @Anita_Mele