Sobre la decoración que es arte y el apoyo a la cultura en la sociedad

El proceso creativo de producción de una obra artística ha estado siempre conectado con el entorno. También en cómo el artista desea comunicar sus pensamientos expresados, en vez de por palabras, por objetos tangibles. Es por ello que, cada vez más, las artes visuales juegan un importante rol en la vida y su adquisición se traduce en apoyo a la cultura en la sociedad. Los creadores transmiten sus gustos y preocupaciones (que tienden a coincidir con las de muchos de nosotros), a través de sus obras de arte.

La conexión que se crea entre el creador y el público puede ser tanto negativa como positiva. Lo comentaba Bonami con su libro Lo podría hacer yo también^[1] , frase recurrente sobretodo en aquellas audiencias no familiares con la práctica artística y desconocedoras de los procesos de investigación y observación previos a la creación de las obras de arte. Contemplar obras en espacios destinados para ellas: museos, centros de arte, salones, galerías, provoca en ocasiones la necesidad de pertenencia de lo observado. Y, aunque la adquisición de obras de arte desde sus inicios se considera como acción de unas élites, este pensamiento va evolucionando.

Deberemos tener en cuenta que, al comprar un objeto decorativo para nuestro entorno, no producirá el mismo impacto comprar una lámina de edición ilimitada en un comercio de muebles que cuando adquirimos obras producidas por creadores, los cuales reciben una remuneración durante esta transacción.

Entendiendo el mercado del arte

El mercado del arte posee dos sectores, primario y secundario. El primario es aquel en que las obras se comercializan por primera vez por un artista. En su proceso de comercialización cuenta con las figuras de la galería y el coleccionista. En cambio, el secundario trata con obras vendidas con anterioridad. Por lo general son artistas consolidados (aunque desde el año 2019 existen cifras de subastas que indican que hoy los hay también emergentes)^[2] y a los agentes se añaden las casas de subasta como figuras fundamentales en la transacción.

¿Cómo apoyo a la cultura con la decoración que es arte?

La necesidad de acercarse a la adquisición de obras de arte es imperativa, ya que constituye una contribución dentro de una cadena de valor, favoreciendo a los artistas en la evolución de su carrera y generando un interés que será compartido a posteriori con otros agentes en los grupos sociales.

El arte es también un fenómeno que posee nuevas corrientes, por ende, modas. Esto quiere decir que las corrientes artísticas van cambiando a lo largo de los años, condicionadas por los periodos sociales en los que se encuentran, los tipos de coleccionistas^[3] que poseen sus obras (podemos ver que en muchos casos las obras de arte han llegado a ser adquiridas, en vez por el nombre del artista, por aquel del coleccionista que las poseía: “Lo compraron los Mugravi”^[4]) y el posicionamiento existente de los artistas y sus obras en las redes.

Por lo tanto, si queremos que el apoyo a la cultura se produzca y se promuevan otras formas de participación en la sociedad, al tiempo que una obra artística forme parte de nuestro día a día, se necesita de una reflexión. Conocer la procedencia de la obra, el artista, sus preocupaciones y su entorno es imprescindible para una completa apreciación. Todos estos condicionantes son canalizados en una obra de arte cuando es materializada. Con la adquisición, fotografías, esculturas, pinturas, grabados, entre otras técnicas, nos acompañarán en nuestra cotidianidad y permitirán también que nuestro capital contribuya a la carrera del creador.

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María Gracia de Pedro

Galerista y gestora cultural, directora en Badr El Jundi Gallery.

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^[1] Bonami, F. (2017), Lo potevo fare anch’io. Perché l’arte contemporanea è davvero arte. (Lo podría hacer yo también, porque el arte contemporáneo es arte de verdad), Mondadori: Milán.

^[2] Felsberg, K. (2021) Market Brief: Flora Yukhnovich’s Lush Abstractions Have Inspired an Astronomical Year at Auction. Artsy, art market.

^[3] Thomson, D. (2014), La supermodelo y la caja de brillo. Los entresijos de la industria del arte contemporáneo, Ariel: Barcelona.

^[4] El neoyorkino Jose Mugravi junto con sus hijos Alberto y David, tienen la mejor colección de Warhol del mundo, a parte del Museo Andy Warhol de Pittsburg. Todos en la familia son marchantes privados a una escala inmensa.